Anuncio

Tony y Mimy Succar reforzaron sus lazos familiares para darle triunfos históricos a Perú en el Grammy

Mimy y Tony Succar en una imagen promocional reciente.
(Mixtura Productions)
1

El último fin de semana fue una locura para ellos. Luego de la visita más productiva de sus vidas a la ciudad de Los Ángeles, que les permitió irse de regreso a Miami con dos Grammys, Tony y Mimy Sucar viajaron a Lima, su ciudad de origen, para ofrecer tres conciertos completamente vendidos en el Gran Teatro Nacional.

Este es el prestigioso auditorio en el que grabaron justamente “Alma, corazón y salsa”, el trabajo en vivo que les dio un gramófono compartido en la categoría de Mejor Álbum Tropical. Mimy, por su parte, recibió un premio adicional -esta vez, en al apartado de Mejor Interpretación Global- debido a su colaboración en la nueva versión del clásico “Bemba colorá” que registró al lado de la estadounidense de ascendencia mexicana y africana Sheila E. y de la cubanoamericana Gloria Estefan.

Con esto, los dos integrantes de la misma familia (hijo y madre) se convirtieron en los primeros artistas peruanos ganadores del Grammy, una circunstancia que no había pasado desapercibida para Mimy, quien, horas antes del primer concierto en el Gran Teatro Nacional, participó con Tony en la entrevista por videollamada que sirvió de base para la presente nota.

“Estoy muy agradecida con Dios, porque sus tiempos son siempre perfectos, y con la Academia, porque este reconocimiento no es solo para mi familia, sino también para todos los músicos peruanos que participaron en el proyecto”, fue lo primero que nos dijo la cantante, antes de referirse a los otros nominados en el rubro de Mejor Álbum Tropical, es decir, Juan Luis Guerra, Marc Anthony y la misma Sheila E. “Es algo que nos ha sorprendido enormemente, porque [la competencia] estaba bien difícil”.

Anuncio

Tras esta primera victoria, Mimy subió al podio de agradecimiento bañada en lágrimas, lo que tiene sentido porque, además de la relevancia del logro, este llega a su vida a los 65 años. “Ya soy de la tercera edad, así que esta es una sorpresa muy grande para las mujeres que llegamos a este punto y que en algún momento decidimos dejar todo lo que estábamos haciendo para dedicarnos a nuestros hijos”, describió. “Pero lo que uno hace bien se le regresa; con paciencia, se le regresa. Y ahora nos hemos convertido en un ejemplo para muchos”.

2

Los orígenes

Oficialmente, la carrera de Mimy como intérprete, que se ha manifestado tanto en “Alma, corazon y salsa” como en el anterior álbum en estudio, “Mimy & Tony” (2023), se inició hace solo dos años; pero, antes de eso, ella misma tenía ya un largo recorrido como encargada principal del micrófono en el grupo que conformaba al lado de su esposo Antonio Succar, un pianista autodidacta.

En realidad, Mimy entonó sus primeras notas cuando era una niña, y quedó tan fascinada con la idea de hacer música que se enamoró de Antonio porque él estaba metido en el mismo oficio, incluso cuando su familia, de estricto origen japonés, rechazaba la idea por no simpatizar con los hábitos bohemios.

Los dos empezaron a tocar inicialmente para los conocidos y los amigos, en fiestas privadas que se realizaban en Lima, y una vez que se mudaron a Miami, en 1989, decidieron retomar la práctica debido a que el sueldo de Antonio como empleado bancario no alcanzaba para cubrir los gastos.

Inicialmente, Antonio lo hizo solo, acompañado de un sencillo piano y ubicado a las afueras de un pequeño restaurante. Como la estrategia no daba resultado, decidió invitar a su esposa, y cuando eso sucedió, la asistencia de público subió considerablemente, lo que terminó dándoles la posibilidad de crear una orquesta que llegó a tener hasta 14 músicos.

“Tocábamos lambada, cumbia y la salsa de El Grupo Niche, que era lo que estaba de moda en los ‘90; pero también valses peruanos, festejos, polcas y hasta huaynos y marineras, todo para meternos a la gente al bolsillo”, explicó nuestra entrevistada.

Anuncio

La cantante peruana de ascendencia japonesa en otra foto.
(Mixtura Productions)
3

El distanciamiento

El conjunto, que con el paso del tiempo adquirió el nombre de Mixtura Band, terminó convirtiéndose en el grupo de su hijo Tony, quien estaba ya dedicado al latin jazz como productor y percusionista, y que introdujo a sus propios músicos. Al inicio, Mimy los asesoraba, hasta que, como ella misma lo dice, la disciplina que exige de todos los integrantes y el recelo que mostraba ante las chicas que se les acercaban generaron diferencias irreconciliables con su joven hijo, quien se sentía menospreciado.

“Nos peleamos y dejamos de hablarnos durante mucho tiempo”, recordó la cantante. “Sufrí tanto, y sé que él también sufrió. En ese periodo, me dediqué a cuidar a mis nietos -los hijos de mi hija-, hasta que recibí la invitación para participar en ‘La Voz Senior’. Y eso cambió todo”.

En esa temporada del ‘reality’ citado, los productores decidieron invitar a familiares de los ‘coaches’ sin contárselo a estos, con la intención de que los mismos entrenadores se mostraran sinceramente sorprendidos ante las cámaras una vez que vieran a sus seres queridos sobre el escenario.

La ocasión, aprovechada por Mimy para interpretar “Quimbara’, el clásico de Celia Cruz que le salía de maravilla, produjo no solo una emotiva reconciliación, sino que le dio pie a la idea que, el día de hoy, se traduce en dos Grammys.

“Como había escuchado a mi mamá cantando desde que era un niño, estaba cansado de su timbre de voz, lo que se veía reforzado porque nos gritaba a mí, a mi hermano e incluso a mi papá”, precisó Tony antes de soltar una risa. “En vez de gozarlo, era como una alarma. Pero al estar al otro lado y ver la reacción de la gente, me di cuenta de que ella tenía algo especial, porque canta con el corazón en la mano y conecta inmediatamente con el público”.

Anuncio

“Todo el mundo me comenzó a decir: ‘¿Cómo es posible, que hayas hecho producciones para tantos artistas y que nunca le haya hecho algo a tu mamá?’”, prosiguió el percusionista y productor, que ha trabajado con Tito Nieves, India, Jon Secada, Marc Anthony y Arturo Sandoval, entre otros. “Fue ahí que se me prendió el foco y que me dije: ‘Bueno, vamos a hacerle una canción y ya, ¿no?’”

4

La reconexión

Las cosas fueron mucho más allá. El primer paso de la colaboración fue un álbum completo, “Mimy y Tony” (2023), que fue nominado al Grammy pero que, curiosamente, no al Latin Grammy. No ganó, pero fue el antecedente directo de “Alma, corazón y salsa”, una secuela en vivo que, de manera significativa, fue mucho más reconocida que el esfuerzo anterior, como lo vemos ahora.

“Es increíble que lo haya hecho estando en este formato de concierto; siento que es un reflejo de lo que está pasando con el regreso de lo que era antes la salsa, con el estilo de La Fania”, reflexionó el productor. “Ha pasado incluso en la última producción de Bad Bunny [‘Debí tirar más fotos’], donde buscaron a muchachos de la escuela original para que tocaran en vivo dentro del estudio”.

“Yo, por ejemplo, tengo mucha influencia de Sergio George y de los productores que hicieron que la salsa sonara de una manera muy fina, más cercana al pop”, reconoció. “Pero creo que ahora está funcionando mucho lo ‘retro’, con los artistas haciendo todo en vivo y dejando que lo que salga, salga”.

Tony había logrado ya imponerse en territorios de similar altura al obtener dos triunfos en el Latin Grammy del 2019, dentro de las categorías de Mejor Productor y de Mejor Álbum de Salsa por su álbum individual “Más de mí”; pero el Grammy angloparlante, por llamarlo de algún modo, tiene evidentemente una repercusión mucho mayor en términos internacionales.

Mimi, conmovida, al lado de Tony, luego de recibir el primer Grammy en el Peacock Theater.
Mimi, conmovida, al lado de Tony, luego de recibir el primer Grammy en el Peacock Theater.
(Robert Gauthier/Los Angeles Times)

Anuncio
5

En su salsa

Desde su nombre mismo, “Alma, corazón y salsa” emula el título del célebre vals peruano “Alma, corazón y vida”, lo que demuestra el interés de los Succar en la promoción de una cultura que mantienen activa en sus quehaceres cotidianos de manera constante, a pesar que han vivido en los Estados Unidos desde hace más de 30 años. Y la placa misma contiene algunas recreaciones directas de piezas creadas en la nación sudamericana o inspiradas por sus iconos, como “Toro Mata” y “Chabuca limeña”.

Pero también incluye un tributo evidente a la cultura japonesa, plasmado en la interpretación de “Sukiyaki”, un tema de los años ‘60 que se llamó originalmente “Ue o Muite Arukō”. Más allá de este detalle, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la voz de Mimy como cantante posee siempre inflexiones que reflejan su ascendencia.

“Yo me inicié cantando música japonesa en los festivales de la colonia japonesa en Perú, que es muy grande”, nos dijo la vocalista, cuyo nombre de nacimiento es Miriam Tayrako Sakaguchquien, y que es una nipona de tercera generacion o, como ella mismo lo dice, una sansei. “Es por eso que tengo esa suavidad, ¿no? Me dicen: ‘Yo no entiendo cómo puedes cantar el ‘Sukiyaki’ con tanta dulzura, y cuando agarras el ‘Toro Mata’, suenas como una negra”.

Es importante destacar que el disco no es solo de ‘versiones’, sino que incorpora también canciones inéditas en las que Tony colaboró con escritores de renombre. “Hay grandes artistas de la salsa que han hecho adaptaciones, porque este es un género que se presta para eso; pero nos interesaba también presentar canciones nuevas que llegaran al corazón del público”, retomó el productor e instrumentista.

“Es por eso que incluimos, por ejemplo, ‘Pa’lante un pie’, que escribí con Carlos Rincón, un tremendo compositor peruano que ha hecho muchos festejos exitosos y que tiene un mensaje positivo; ‘Sin fronteras’, que escribí con [el colombiano] Diego Giraldo, y que es un homenaje a las mujeres salseras y a las raíces de mi mamá; y ‘Un disco viejo’, que [el cubano] Jorge Luis Piloto hizo originalmente como tango, pero que transformamos en vals”, describió.

El álbum tiene también una versión de “Bemba colorá” (sí, la canción también grabada por Sheila E.) en la que Mimy interpreta unos osados versos improvisados en los que dice: “Si tu marido te pega, dale golpes tú también”. La frase despertó cierta polémica por su supuesta incitación a la violencia, pero el momento de la interpretación en vivo, debidamente insertado en un video, ha superado ya los 70 millones de reproducciones en TikTok.

Anuncio

“Los peruanos tenemos esa calle, esa chispa; y esa es una ‘vaina’ que solo puede salir en vivo”, manifestó Tony, quien, pese a estar constantemente expuesto a la cultura anglosajona, creció en un hogar peruano y viaja constantemente a Perú, lo que hace que se sienta perfectamente cómodo con el humor y el desparpajo de sus compatriotas. “Cada vez que me reúno con mis primos en Lima, me mato de la risa”.

Hablan los hispanos que salen victoriosos del gran evento de la Academia de la Grabación

6

Desde otras tierras

Los Succar no son ajenos a la experiencia inmigrante. Los abuelos de Mimi emigraron a Perú hace muchas décadas, Mimy emigró con su familia a Estados Unidos a fines de los ‘80 y, tras la victoria en el Grammy, Tony acudió a las redes sociales para reconocer públicamente los esfuerzos de su padre en los Estados Unidos, quien, como nos lo dijo ahora, “dejó su carrera para comenzar de cero, limpiando baños y bajando la cabeza cuando lo trataban mal”.

Estos hechos nos daban la confianza suficiente para pedirle su opinión sobre lo que viene sucediendo tras las disposiciones tomadas por el nuevo gobierno federal y los arrestos cada vez más crecientes de indocumentados mayormente latinos.

“A mí se me rompe el corazón cuando los inmigrantes tienen que estar con ese miedo, porque tengo varios amigos super inteligentes y buenos, con los que había pasado cinco años, y que fueron deportados cuando estábamos en la Sunset Senior High School’”, confesó el entrevistado. “Jugábamos fútbol en el mismo equipo de Miami, que era todo de latinos, y hasta salimos campeones nacionales”.

“Dos de ellos regresaron un día a su casa y nunca regresaron”, agregó. “No sé cómo opinar, porque cada uno jala para su lado y yo no soy político; pero sé que hay muchos inmigrantes aquí que son personas buenas y éticas, y el país los necesita. Ojalá que no llegaran a pasar este tipo de cosas, aunque entiendo que hay reglas”.

Más allá de lo que puedan discutir en su entorno privado y de lo que piensen sobre la situación política de su país de origen, que fue gobernado durante 10 años por un descendiente de japoneses (Alberto Fujimori) que fue juzgado y condenado por violaciones a los derechos humanos, pero que sigue siendo inmensamente popular en ciertos sectores, los Succar estuvieron presentes en una ceremonia del Grammy que, como se sabe, encontró a muchos artistas protestando abiertamente contra las disposiciones surgidas de la Casa Blanca.

Anuncio
7

La misma Sheila E. habló indirectamente del tema durante su discurso de agradecimiento luego de ganar el primer gramófono de su carrera por su recreación de “Bemba colorá” (que, como lo dijimos, la tiene al lado de Mimi y Gloria Estefan), al asegurar que el tipo de música que ha logrado en su nuevo álbum, “Bailar” (producido por Tony) “no podría haberse dado sin la diversidad” que le proporcionó la posibilidad de contar con invitados de diferentes procedencias latinoamericanas.

La relación entre la colaboradora de Prince y el productor peruano comenzó cuando ella fue elegida como presentadora del tributo latino a Michael Jackson que el mismo Tony creó y que se plasmó en un especial de televisión que fue conducido por Sheila.

“Cada vez que comenzábamos a tocar, ella se quedaba con la boca abierta por lo que hacía la orquesta y los arreglos que habíamos creado”, declaró nuestro entrevistado. “Después de eso, me dijo que quería cumplir su sueño de hacer un disco de salsa, porque nunca lo había hecho”.

Pese a que nuestro entrevistado no estaba muy emocionado ante la idea de hacer una nueva versión de “Bemba colorá”, una pieza que se ha presentado en incontables ocasiones, Sheila terminó por convencerlo; y cuando llegó el momento de elegir a las dos vocalistas que la acompañarian en el registro, luego de mencionar a su amiga Gloria Estefan, sugirió a Mimi, ante la sorpresa total de Tony.

“Sheila había escuchado a mi mama por lo de ‘La Voz Senior’, pero ella no había grabado todavía nada y ni siquiera estaba en las redes”, nos dijo el hijo de Mimy. “Le pedí que lo pensara bien, y ella me respondió: ‘Tu mamá tiene la esencia de Celia, y necesitamos ese color’. Por eso, le estaremos estaremos agradecidos”.

Cuando surgió la invitación, Mimy conocía ya a Sheila, pero solo porque, como ella misma dice, le “servía el cafecito o el agüita” cuando la aclamada percusionista y cantante visitaba la casa de Tony en plan de trabajo. Pero nunca llegó a imaginar que grabaría con ella, ni mucho menos, que haría a su lado el respectivo video musical, disponible desde hace 11 meses en YouTube. “Nunca había visto a Gloria, pero cuando las tres nos reunimos, sentimos una conexión inmediata”, precisó. “Parecía que nos conocíamos desde hace muchos años”.

Anuncio

“Las dos fueron tan humildes y tan sencillas que, cuando teníamos entrevistas, yo me sentía nerviosa porque era la nueva, pero ellas me decían: ‘Estás igual que nosotras””, recordó. “Es por eso que lo que hicimos salió tan chévere”.

Anuncio